Han sido varias semanas muy duras, de una fuerte exigencia, de responsabilidades e ilusiones en una mezcla de emociones contrapuestas por la eterna pregunta: ¿compensa realmente tanto esfuerzo?.
A esta pregunta tiene que responder cada uno desde su experiencia de lo vivido, y valorar hasta qué punto le ha merecido o no la pena, y me estoy refiriendo, por supuesto, al pasado concierto de Navidad de la Orquesta JNZ.
Desde dentro, por parte de los artistas, seguramente no habrá dos opiniones iguales, pues cada uno/a lo habrá vivido a su manera, por eso os hablaré de "MI manera", que es la única que realmente conozco.
Yo he pasado un primer trimestre bastante angustiado, nervioso e incluso agobiado. Son tantas y tantas las dificultades que tenemos que superar, que cada vez me planteo antes "la pregunta". Tardes y más tardes de preparativos, de ensayos, de búsqueda y solución de medios técnicos, de noches sin dormir dándole vueltas al coco, con un horario de maestro sin un solo hueco ni para respirar (muchas veces me sorprendo a mí mismo corriendo por los pasillos porque no me da tiempo a hacerlo todo...5 horas al día con la lengua fuera...)
Este curso, además, hemos tenido que apretar las clavijas porque la motivación se ha convertido en relajación, y no ha sido hasta ese momento cuando he empezado a ver "La Orquesta".
Ya con todos concienciados y motivados en su justa medida (o más) las cosas son diferentes, y se viven diferentes. Me ha gustado re-descubrir la ilusión y el compromiso serio.
Quizás esta explicación es más necesaria para mí que para el resto de la Orquesta o de los espectadores, pero es complicado explicar y hacer entender por qué este año no habrá concierto de Semana Santa, o por qué el de final de Curso será el último concierto de la Orquesta JNZ. Sobre todo cuando sabemos que todos disfrutamos mucho con ésto.
Lo cierto es que cuando subimos al escenario como el pasado jueves, se diluyen todas esas preocupaciones y se disipa el cansancio acumulado. Me vuelvo a sentir orgulloso y plenamente satisfecho por lo que hemos conseguido todos juntos. Vuelvo a pensar que sois todos y todas unos grandes artistas, y descanso tranquilo.
Por supuesto que el esfuerzo, para mí, ha merecido la pena, y estoy casi seguro de que también para vosotros. Lo cierto y verdad es que fue un concierto sensacional. Ahora que escucho las grabaciones de la actuación observo que hay una interpretación generalizada que roza la perfección. Especialmente por todos aquellos y aquellas que son "micro". Los valientes que asumen el riesgo de ser la referencia del grupo y sonar más que los demás, aún a riesgo de equivocarse y que se note más que a los demás.
Gracias por vuestro aplomo y profesionalidad sobre el escenario, por cumplir con vuestro/nuestro objetivo y hacer posible que los conciertos de la Orquesta JNZ sigan siendo un espectáculo sin precedente.