jueves, 7 de marzo de 2019

"Panalonso" a pleno rendimiento.

El jueves 7 de marzo se presentó oficialmente al público la segunda edición de "Panalonso" el proyecto de panificación, con el que el alumnado integra muchos de los contenidos académicos, aprendiéndolos de manera muy significativa, en torno al pan.

Esta presentación no es ni más ni menos que un paso más en el avance del proyecto, pero es uno muy especial, porque supone dar a conocer (y a probar) el fruto de nuestro esfuerzo y trabajo. Atrás han quedado muchas sesiones de investigación, de puesta en común de la inmensa cantidad de información obtenida, de reflexión y resolución de problemas complejos, matemáticos y de toda índole, de quebraderos de cabeza y trabajo duro.
En esta presentación oficial hemos dado a conocer nuestros panes y hemos recogido nuestra primera tanda de pedidos. Ahora nos tocará cumplir con el compromiso adquirido para con esas familias, que han confiado de lleno en nuestro trabajo.

Entramos en una nueva fase en la que ya funcionamos como "empresa" de aprendizaje. Como en la edición anterior, los roles están definidos, las funciones de trabajo establecidas y toda la maquinaria tendrá que funcionar de manera ordenada y organizada para que todo fluya lo mejor posible.

Ahora, paralelamente a la elaboración del pan, seguiremos trabajando en otros aspectos: estadística, evolución histórica en nuestro pueblo, la comprensión profunda de cómo funcionan los sectores económicos, la contabilidad,....trabajo, trabajo y más trabajo, que es lo que nos permite seguir avanzando, creciendo, enriqueciéndonos personal y profesionalmente.

Tras este primer día de cara al público me gustaría hacer una reflexión sobre mi alumnado. 

No ha sido nada fácil llegar hasta aquí. Como en la vida misma, hemos pasado baches que han puesto en serio peligro la continuidad del proyecto, hemos tenido que afrontar y resolver nuestras diferencias y, quizás lo más importante de todo, comprender que cada uno, cada una de nosotras, está en un momento vital diferente. Todas las personas que cada día nos encontramos en clase para compartir experiencias y  aprendizajes, llevamos a cuestas el peso del resto de nuestras vidas, de las circunstancias particulares de cada familia, de cada entorno.
Comprobar cómo cada uno va dando lo que tiene en este momento, lo que puede aportar, me hace sentir orgulloso, muy orgulloso. Tras mi tono agrio de "jefe" exigente que no para hacer preguntas (que no es igual que dar órdenes) aflora en este día un sentimiento de satisfacción. Sé que hay personas en clase que deben esforzarse más, sé que otras se están dejando la piel, sé que el nivel de compromiso es diferente en cada caso, pero viendo cómo han empezado a funcionar en este momento de presión, me ratifico en la idea de que cada cual está haciendo lo máximo que tiene a su alcance, lo mejor que sus circunstancias particulares le permite.
En este día de presentación al público, he conseguido ver a un único equipo (formado por toda una clase) trabajando codo con codo, aunando esfuerzos para sacar adelante su compromiso adquirido, uno que sabían que sería duro y exigente. 

Toca ahora pulir imperfecciones, engrasar la maquinaria para que avance con más precisión cada vez, con menos derroche energético y con más fluidez general. Será duro mantener el ritmo. Será cansado, en ocasiones, mantener el listón. Pero será sin duda una experiencia maravillosa y muy gratificante que ninguno olvidará en mucho tiempo. La recompensa llegará, como ya está sucediendo, en forma de reconocimiento por el trabajo bien hecho.

A mis chicos y chicas de 6º C, que han tomado un difícil relevo de la anterior edición de Panalonso, mi más sincera enhorabuena por esta presentación. Hemos hecho un gran trabajo juntos. Me siento muy orgulloso de todos vosotros. Eso sí... nos toca seguir trabajando. Aún queda mucho por hacer y, por supuesto, aún queda lo mejor...

FOTOS DE PANALONSO