Concierto Final 12-13. Que canten los niños.

Cuando se empezó a plantear el repertorio de este concierto final, recuerdo que un día llegó Miguel diciendo..."tengo una propuesta...Que canten los niños". Tal y como lo dijo, mi cerebro se detuvo un milisegundo y acto seguido empezaron a surgir posibilidades. Era el tema perfecto para despedir a nuestra Orquesta.

Lo peor vino después, nos ha costado bastante trabajo adaptar esta canción a nuestras posibilidades, pero para eso contamos con un músico, compositor y arreglista del más alto nivel, y me refiero, por supuesto al maestro Jerónimo.

Vaya arreglos se ha sacado de la manga, que manera de adornar una canción que, por su simpleza y carencia de instrumentos, no había por dónde cogerla. Os invito a escuchar la versión original y compararla con la nuestra, descubriréis miles de melodías y contrapuntos que no aparecen en la original o que están muy retocadas.

Además, la dificultad de incluir a 8 solistas en sólo 2 micrófonos (nuestras mesas de mezclas y micrófonos no dan para más). Hemos tenido que dedicar algunos ensayos del coro SOLO a los movimientos de los solistas, pues al rápido cambio de colocación hay que añadir que, en el Centro Cultural NO HAY ESPACIO suficiente (fijaros cómo los niños y niñas del coro tocan las palmas en el momento de la acapella). Pero ellos y ellas son artistas hasta para eso, y hacen una sutil danza sobre el escenario en la que aparentemente no pasa nada, pero en menos de 40 segundos, 8 personas hacen su sólo con aparente relajación y tranquilidad. Para quitarse el sombrero.

A eso hay que añadir que cada uno y cada una tiene un timbre de voz diferente (se habría solucionado con 6 micrófonos más y una mesa más grande peeero...).

Por otra parte, la sección rítmica es de lo más convencional, con un ritmo de batería simplón que no admite muchas novedades, así que hemos tenido que usar toda nuestra potencia percusionista para hacer una "batería orquestral" reduciéndola a la mínima expresión rítmica, lo cual no es nada fácil, pues hemos repartido el trabajo de un solo batería entre más de 30 percusionistas, y es bastante complicado hacer sólo una parte de un ritmo mientras los demás hacen otra parte y así sucesivamente.

Para terminar, lo complejo de grabar, en estas condiciones a tod@s l@s solistas de la Orquesta, razón por la cual algunos planos puden aparecer algo movidos, pero no debemos olvidar que nuestros medios y recursos vuelven a ser muy limitados y nuestros colaboradores hacen verdadera magia del tiempo y posibilidades de que disponen para grabar.