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Foto: Ignacio Jurado |
Justo antes de que acabara el pasado año 2018, recibí una llamada muy especial. Sylvia Santoro me informaba de que iba a recibir en los próximos días otra llamada, de Diego Moreno, mánager de Raúl Gómez, para hacerme una propuesta. Sin saber de qué se trataría, se despertó inmediatamente en mi interior una ilusión. Tras la experiencia el curso anterior de la "masterclass" que Raúl y Sylvia nos regalaron para montar "Tu canción" (que ambos compusieron para Alfred y Amaia en Eurovisión), sabía que algo emocionante se avecinaba.
Un par de días más tarde, recibiría la llamada de Diego, quien en un tono muy cercano y amable, me explica que Raúl está trabajando en algunas canciones de cara a su trabajo discográfico como artista en solitario, y necesita un coro de niños/as para una de sus canciones. Ni que decir tiene que aquella noticia superaba con creces mis expectativas, y esa naciente ilusión se convirtió en emoción desbocada. Estaba naciendo otra experiencia memorable para nuestro Coro MA.
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Foto: Ignacio Jurado |
Durante el periodo de vacaciones navideñas intercambiamos varios correos y algunas llamadas más, a veces con Diego y otras con Raúl, para ir concretando cómo sería el proceso de grabación y toda la organización del evento. Desde un principio teníamos claro que 72 niños/as era una cantidad desorbitada para tal propósito. De hecho, cualquier productor sabe que con menos de una cuarta parte se consigue un resultado parecido. Pero eso nunca fue una opción para NADIE. En ningún momento se contempló la posibilidad de elegir niños/as. Si son 72, irán a grabar 72, no fue necesario decirlo, Diego lo tenía claro porque así se lo había dicho Raúl. Se organizaría para esa cifra.
A la llegada de las vacaciones, ya teníamos en nuestro poder un primer tesoro, un fragmento a medio producir de la canción en la que participaríamos, para ir preparando las voces y ensayando en las dos semanas que había hasta el día de la grabación.
Se iba acercando la fecha y todo se iba cuadrando y encajando con asombrosa facilidad. Todo fluye, todo va bien, ningún problema por ninguna de las partes. Organización, autorizaciones, permisos, ensayos, más organización... Todo en orden en todo momento.
Como buen profesional, Raúl quiere hacer un ensayo en nuestro Centro con los niños del Coro el día previo a la grabación. Él y Diego se vienen un día antes de Madrid para encajar esta actividad en sus agendas. Y así, el día 18 de enero, se plantan en nuestro cole para comprobar cómo han ido los ensayos y darnos las últimas indicaciones.
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Foto: Igancio Jurado |
A nosotros, que nos gusta cantar, se nos ocurren algunas propuestas que, no solo son bien recibidas, sino que pasan a formar parte del plan de grabaciones, con lo que nuestra participación en la canción se amplía y, muy entusiasmados, aportamos nuestro pequeño granito en forma de arreglos vocales.
Durante el ensayo, hubo varios momentos mágicos, pero hay uno en especial, el momento en el que Raúl nos dice que hagamos la canción completa. Con una base musical que él trae, se planta ante nosotros y cantamos en vivo y en directo, Raúl y Coro, Coro y Raúl, una preciosa canción, que oímos competa por primera vez en ese momento en una aproximación de lo que podría ser tras su grabación. Lógicamente, nada de ese material se puede publicar por evidentes cuestiones de licencias y permisos, pero todo llegará. El caso es que esa mañana del 18 de enero, las personas que tuvimos el privilegio de estar en el salón de actos, disfrutamos de un primer momento increíblemente mágico. Su fiel reflejo, una vez más, en las caras y gestos de los chicos y chicas, el nivel de medición de emociones e ilusión que nunca falla.
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Foto: Ignacio Jurado |
Tras lluvia de aplausos, firmas, abrazos y alguna que otra foto y entrevista, nos despedimos hasta mañana, el día señalado, el día "X".
Las 10 de la mañana del 19 de enero de 2019 era el momento en el que el primer grupo de alumnos/as entraría en la casa de Nono, el productor que se encargaría de estas grabaciones. Una mañana fría, lluviosa y gris hacía que la estancia en el exterior, como estaba prevista, no fuera lo más adecuado para los niños y niñas. Por esa razón, se habilitó el salón particular de la casa de Nono para que todo fuera más confortable.
De entrada, un recibimiento encantador por parte de Raúl y Diego más su familia: Mercedes, David, Sylvia y ... que estaban allí para colaborar y que todo fuera a la perfección. Nos tenían preparado un auténtico banquete para hacer nuestra estancia lo más agradable posible. Todo cuidado con el máximo detalle, todo perfectamente pensado y organizado.
Mientras chicos y chicas se acomodaban, en el estudio se va preparando todo para ver cómo sería la mejor organización de las grabaciones. Ni en los mejores estudios se graba a 72 niños de un tirón, así que hay que organizarlo todo para que, en el tiempo y con los recursos que tenemos disponibles, de tiempo a grabarlos a todos sin prisas, pero sin desperdiciar ni un minuto.
Enseguida se ve que hablamos todos en un mismo idioma. Técnico, compositor, mánager, director del coro, profes acompañantes, familiares, fotógrafos...todo el mundo colaborando como si de un reloj suizo se tratara, como una maquinaria bien engrasada.
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Foto: Ignacio Jurado |
La principal preocupación de Raúl y familia es que los niños estén bien, que sea una experiencia enriquecedora, por encima incluso de lo musical, que es a lo que hemos ido allí. Lo principal está claro, se cuida y se mima, a los niños no se les puede decir que estén alegres y ya está, hay que hacer las cosas para que realmente lo estén. Y así se hizo. Si tuviéramos que hacer una definición de la palabra AMABILIDAD, podría ser perfectamente ésta: "la familia de Raúl".
Tras los pertinentes calentamientos y afinación, donde Sylvia y María nos echaron una mano, grupo tras grupo, turno tras turno, se van sucediendo las grabaciones, con sus risas distendidas y también sus momentos de concentración, con sus lógicos fallitos y repeticiones propias de una grabación de esta envergadura. Aunque no lo pareciera a simple vista, el momento era clave, había puesta mucha energía (y muchas más cosas) en este evento, además de una logística muy potente. Era importante que todo fuera bien.
Poco a poco, la lógica preocupación inicial de Raúl va dando paso a la alegría, la emoción y la sensación de..."sueño cumplido". Un trocito de ese sueño que con trabajo, esfuerzo, pasión y convicción él está haciendo realidad, y nosotros participando. ¡Qué privilegio!.
En este devenir, no cabe duda de que tuvieron un papel protagonista los chicos y chicas del Coro Manuel Alonso. Es increíble cómo nuestro alumnado responde ante estas situaciones, comportándose como niños que son, pero a la altura de profesionales. Ni un mal gesto, ni una llamada de atención, nada que emborronara esta maravillosa mañana. Mi agradecimiento y enhorabuena también para ellos, que lo hicieron todo muy fácil.
Quizás también tuvo que ver que algunos de los profes (con hijos y sin hijos en el coro) dedicaron su mañana de sábado a acompañarnos y participar en que todo estuviera en orden y bajo control. Mi gratitud también para ellos y ellas, recordando siempre que, además, en nuestro Centro, todo son facilidades para con este proyecto. Ellos son, sin duda alguna, uno de los complementos perfectos para que este proyecto funcione tan bien.
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Foto: Ignacio Jurado |
Tras cada pase de grabación, risas, aplausos, fotos, detalles, abrazos..., montones de abrazos sinceros y emotivos, algunas lágrimas de emoción y satisfacción e incluso un bonito detalle para que cada niño/a se llevara algo material con lo que recordar el día en que estuvieron en un estudio, grabando para un gran artista que ya hace tiempo que forma parte de nuestros favoritos. Estaremos muy atentos a lo que Raúl vaya publicando, aunque aún tendrá que pasar un tiempo, pues todo esto lleva un ritmo difícil de acelerar.
Por nuestra parte, independientemente de lo que pase con esta canción, este día "X" ya "cobramos"nuestra recompensa, no en nada material, sino con algo mucho más valioso, con una experiencia que difícilmente se irá de la memoria de todas las personas que ese 19 de enero trabajamos en equipo persiguiendo un sueño que, ya en este día, se ha hecho un poco más real. Se ha empezado a materializar.
A todas las personas que han participado y colaborado para hacer de esta experiencia algo memorable, un millón de gracias. Traslado de parte de Raúl y familia el agradecimiento por nuestra participación en su proyecto, de la misma manera que nosotros les agradecemos que hayan confiado en nosotros para llevarlo a cabo. Inmejorable el trato recibido.
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Foto: Ignacio Jurado |
A la impaciente espera de poder oír el resultado final, sólo me queda desear a Raúl la mayor de las suertes posibles, aunque estoy seguro de que aquí la suerte no jugará la partida, él es un gran artista y mejor persona que tiene clarísimo lo que quiere. Con estos ingredientes en la coctelera solo puede salir bien. Para cualquier cosa que pueda necesitar, ya sabe dónde localizarnos.
De un maestro agradecido.
Enrique Montaño Cambil.