domingo, 30 de enero de 2022

De cuando hacíamos canciones de la Paz...

 No quiero acostumbrarme a esta nueva "normalidad". Deseo con ansia que llegue la verdadera normalidad y que toda esta tormenta de virus y contagios quede para el recuerdo. Sí, ya sabemos que algo quedará, como ha ocurrido con otras enfermedades, que siguen acompañando a nuestra especie y a las que damos más o menos trascendencia según la merezcan en cada caso en particular.

No quiero pensar que la tristeza, apatía, desgana, emociones a flor de piel, hipersensibilidad..., se hagan permanentes en las aulas. Me niego a dejar de dar abrazos a mis alumnos cuando los necesitan y solicitan. 

Espero ansioso, y cada vez más impaciente, que vuelva el trabajo en equipo, la ilusión por descubrir, aparcar un poco los libros convencionales para probar otras fórmulas más experimentales de aprender, el coro y el montón de experiencias memorables asociadas a su actividad... los proyectos en general.

No voy a dejar de recordar (recordarnos) que ésto... ésto no es sano. Es muy difícil tener ilusiones en las circunstancias actuales y puede que sea el momento de empezar a valorar los efectos secundarios que estas circunstancias están provocando, cada vez más numerosos, graves y evidentes. Nada de lo que ocurre es gratuíto, y menos aún para los niños y las niñas, pero tampoco para las personas que viven en sociedad en general. Los docentes lo estamos viendo con mucha claridad, como seguro también los médicos y psicólogos.

Este curso era (ha sido) del todo impensable retomar un proyecto como la creación de una nueva canción de la Paz, con lo interesante y enriquecedor que ha sido en todas las ocasiones anteriores. Pero no, no ha sido posible. 

Por eso quiero que este 30 de enero de 2022 sea un grito a una Paz que es cada vez más importante y necesaria. Está claro que, en el mundo, sigue habiendo muchas regiones que necesitan urgentemente una Paz armamentística o ideológica, pero ahora también quiero incluir en el lote otro tipo de Paz, nuestra Paz interior, esa que ha sido tan duramente golpeada en estos dos años de tormenta sanitaria, que también ha trascendido al plano psicológico y emocional.

Tras muchos días (semanas) investigando, contrastando, consultando, conjeturando, observando, escuchando y leyendo, espero no lanzar al vuelo un mensaje superficial. No quiero caer en el error de adelantar nada que no me corresponde, pero espero que el tintineo que parece que empieza a escucharse sutilmente en el viento, empiece a transformarse en un cambio real en las condiciones actuales de convivencia... y que llegue a las aulas, que ya estamos cansados de "ser héroes" y queremos volver a ser personas normales y corrientes.

Y para no olvidarme de las cosas tan especiales que hemos sido capaces de hacer juntos: profes, alumnos, familias...Comunidad Educativa en general, voy a rescatar del recuerdo las dos últimas canciones de la Paz que se hicieron en nuestro cole. Todo "made in" Manuel Alonso. Con estos trabajos recuerdo que, antes, éramos bastante más libres que ahora o, al menos, nos sentíamos más libres...

Por tu Paz, por mi Paz, por su Paz... por la Paz de todos y todas...

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