El tema de matemáticas en el que estamos trabajando trata sobre las unidades de medida (longitud, capacidad y masa). Estos conceptos, tan cotidianos en un sinfín de oficios y actividades de la vida diaria, resultan bastante abstractos al explicarlo sobre el papel, así que haciendo honor a los principios fundamentales de la neuroeducación (explicado brevemente en la entrada anterior) hemos vuelto a EXPERIMENTAR con las matemáticas.
Para ello, hemos tenido que hacer una primera tarea: buscar una receta de limonada, los ingredientes y los utensilios necesarios para poner en práctica nuestro propósito, y por supuesto, llevarlos al Cole.
Lo siguiente ha sido calcular el número de personas que iban a probar nuestra limonada. Aquí, hemos hecho un repaso a nuestros valores y hemos decidido ser generosos, agradecidos, amables y empáticos y, siendo conscientes de que no podríamos hacerlo para todo el colegio, hemos hecho un repaso de aquellas personas más significativas a las que considerábamos que podríamos invitar a un vasito de limonada. Un ejercicio de lo más interesante.
Con todos los datos sobre la mesa, hemos empezado a hacer cálculos para averiguar primero cuanta cantidad había que preparar. Como hemos abarcado mucho y nuestros cálculos no salían, hemos tenido que hacer nuevos cálculos para no dejar a nadie sin su vasito de limonada.
Tras los diversos cálculos, llegó la hora de la puesta en práctica. Hemos trabajado con los instrumentos de cocina necesario para abarcar 8 litros de limonada que repartiríamos en porciones de 20 cl. Esta parte ha tenido que ser un poco menos exacta porque se nos ha echado el tiempo encima, pero finalmente hemos conseguido hacer y degustar una rica y saludable limonada, compartirla (dentro de lo posible) con algunas personas significativas para los alumnos y alumnas y con ello convertir la clase de mates en una experiencia interesante y significativa.
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