Tras varias semanas de arduo trabajo en un amplio espectro de contenidos y competencias relacionadas con el pan, nuestro proyecto llega por fin a la parte más esperada por el alumnado. La realización de pan en clase.
Experimentando el amasado a mano |
En la jornada del jueves 23 de febrero hemos realizado nuestra primera hogaza, elaborada íntegramente en el aula. Cualquier aficionado a la panificación sabe las dificultades que entraña hacer pan de manera artesanal, sin aditivos ni maquinaria, en un entorno y con materiales no habituales y que salga bien. Pues podríamos decir que nuestra primera tentativa ha sido bastante satisfactoria.
Esta primera producción ha sido una demostración para explicar de forma práctica cada uno de los pasos que conlleva la elaboración del pan, aprovechando los tiempos de fermentación para resolver varios problemas matemáticos relacionados con las recetas y proporciones, unos cálculos que si bien no son muy difíciles de realizar, entrañan una notable dificultad de comprensión.
Casi listo para sacar del horno |
Los chicos y chicas están escribiendo sus impresiones en el blog de la clase, así que voy a hacer yo aquí lo propio.
Primera hogaza terminada |
Mi impresión con esta actividad es de lo más variada. He podido observar cómo hay niños/as que están bastante habituados a manejarse con utensilios de cocina (entre ellos los de limpieza) mientras otros no han tocado ninguno prácticamente. Se aprecia cómo en unos casos se valora y se miman las masas madres, que su esfuerzo nos ha costado conseguir, mientras alguno que otro las tratan con cierto desprecio o quizás indiferencia. También he podido observar cómo las medidas higiénicas en relación con el tratamiento de los alimentos también es un asunto digno de estudio y análisis. Se aprecia muy visualmente las diferencias de autonomía en el alumnado y las capacidades (o dificultades) para solventar situaciones de lo más cotidiano.
Toca probar cómo ha salido |
Se pone una vez más de manifiesto que este tipo de actividades levanta pasiones y dispara la motivación a niveles astronómicos, teniendo que hacer algunos esfuerzos para controlar ciertas situaciones en las que no todos se comportan de la mejor manera posible.
Por suerte, tengo que decir que una muy amplia mayoría ha mostrado una actitud ejemplar, un comportamiento fantástico y una ilusión que se refleja en todo el proceso previo y no sólo en el tramo final. Por esta razón, es muy probable que tengamos que establecer privilegios en función de los niveles de esfuerzo e implicación observados a lo largo de todo el proceso.
Ni que decir tiene que me estoy centrando más en las cuestiones que tenemos que mejorar, pero resulta bastante impresionante que estemos haciendo estas actividades en el aula con una relativa tranquilidad y confianza en que va a ir todo bien, fruto de un recorrido previo de trabajo autónomo y responsable.
En los próximos días revisaremos el grado de cumplimiento de los compromisos y también trataremos de valorar el grado de adquisición de competencias.
Tenemos que agradecer a la profe Rocío Hurtado su amable préstamo de un horno de sobremesa que nos ha permitido iniciar el proceso de elaboración al completo. Pronto nuestras producciones podrán ser catadas por un mayor número de personas, pues la hogaza de hoy ha sido, literalmente, "visto y no visto".
Tengo que confesar que el pan estaba buenísimo y quería felicitaros a todos por esta actividad tan interesante. Enhorabuena.
ResponderEliminarMaestro Juan Antonio.
Muchas gracias, profe. Encantados de que te haya gustado y, mucho más, de que te parezca interesante.
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