Esta semana me he sentido tremendamente orgulloso por muchas razones. Conforme van pasando los días, se hace más evidente que el periodo de adaptación del alumnado se va produciendo con éxito y, como consecuencia, van presentando mejores trabajos, sacando mejores notas en las pruebas de evaluación, pero, por encima de todo eso, aprecian cada vez con más precisión sus emociones.
Me ha llenado de orgullo oírles decir que en el emociograma faltan emociones, o que necesitan otra tarjeta con su nombre porque son capaces de diferenciar en sí mismos más de dos estados de ánimo simultáneamente.
También estoy comprobando como mejoran paulatinamente en la resolución autónoma de conflictos, como van tomando las riendas de su aprendizaje y se responsabilizan de sus trabajos, esforzándose por mejorarlos cada día.
Esta semana, además, hemos comenzado también la revolución emocional con los amigos y compañeros de 6º A, poniendo en práctica algunas dinámicas que nos van a servir para mejorar nuestra convivencia y desarrollar la inteligencia social y emocional.
En el vídeo que dejo a continuación, recomendable para familias de alumnos y para el profesorado, se habla muy claro de la importancia de trabajar estas habilidades sociales y emocionales. Y es que para los expertos, como René Diekstra, este tipo de habilidades debería formar parte del programa educativo al mismo nivel que el resto de materias, entre las que las de carácter artístico y creativo también deberían estar al mismo nivel que las Matemáticas o la Lengua.
No cabe duda de que necesitamos una revolución educativa desde todos los ámbitos (social, familiar, educacional, político...). Nosotros ya lo hemos empezado, y os invitamos a uniros al equipo.
Para entender mejor todo lo expuesto en esta entrada, ruego encarecidamente la visualización al completo del vídeo Pinchando Aquí.
No hay comentarios:
Publicar un comentario